jueves, 14 de marzo de 2013

Da Hoods


THAMESMEAD, el barrio de Misfits, Chris Cunningham y La Naranja Mecánica.
LONDON infinita.
BRIXTON town, ya mann..
Como dos ratillas de ciudad Oskar y yo saltamos de barrio en barrio, él con el objetivo de 'cazar' personas, en tan solo una micronésima de segundo analiza, valora y congela con su cámara a escéntricos, guapas, policias, vagabundos... yo me centro en aprender y asimilar la ciudad, conocer su espíritu, siempre dificil de entender a la vez que estructuro un mapa mental de la ciudad, poco a poco siento como profesionalizo la labor del flâneur, poco a poco mis herramientas e instrumentos se afilan y poco me cuesta orientarme y aprender de que va el rollo. Hemos quedado con Matt, parisino que no veo desde años atras, con el cual compartía piso en el fantástico número 24 del carrer de la Unió, en el corazón del Raval. Que años mas canallas, que divertidos.
Hemos quedado en el Barrio de Brixton, conocido como Jamaica Town. Llegamos, de cada pequeña tienda del mercado retumban ritmos de Dance Hall, pescados frescos apilados, griterio y un tráfico incesante de carretillas con arroz, pelucas, pijamas o verduras, proyectos de gangsters en cada esquina, compitiendo por ver quien cojea más...que barrio...auténtico. 'Ya mann' resuenan en cada conversación, la cámara de Oskar saca humo, tiendas de santeria se entremezclan con peluquerias y cafeterias, puro y pintoresco, esto es Brixton.
Nos encontramos con Matt, ex ultra del Paris Saint Germain y nos ponemos a andar mientras recordamos viejas batallas, parece que no han pasado los días en que la noche y el alba se juntaban siempre a la hora de ir a dormir, yo mantenía unos recuerdos, él otros y como espectador Oskar... nada le asusta ya. Sin quererlo ni beberlo entramos en lo que parece un Pub más, eso parece, pero sólo desde fuera y sin prestar demasiada atención, tras poner  un pie dentro nos damos cuenta de que no es otro más, otro de tantos, éste respira la misma autenticidad que el resto del barrio, es un escenario cuidado al milímetro, ni Guy Ritchie lo hubiera hecho mejor.... grande, gigantesco, oscuro y lleno de viejos sofás de piel azul botoneada, al fondo de la gran sala un enorme fresco de un perro, un perro de esos que parece un bonsai de doverman, la poca luz que entra es a través de un a claraboya decorada con viejas telas blancas, el suelo de madera cruje con cada paso, y a nuestra derecha la vieja chimenea aún guarda algo de calor, en una sala anexa, la drawing room, un billar mugriento invita a una partida, una ambientación de 10 rematada con una máquina de pinball de Los Soprano... benditas organizaciones criminales. Al rato nos trasladamos de nuevo al centro, orgullosos de nuestro hallazgo fortuito, orgullosos de haber tropezado con el Dogstar... I'll be back, ya mann.

























































CAMDEN, y todo lo que no debe ser.
Simplemente no mola, no mola nada.
SHOREDITCH, stay cool or die.

2 comentarios:

  1. tus fotos! siempre me impresionan tanto! consigues transformar cosas que para mi siempre eran feas o sin interés en imagenes increíbles! :)

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  2. Qué recuerdos Pol! con esa forma de captar imágenes haces que cambie un poco esa manera de ver el viaje... AMAZING!

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