jueves, 14 de marzo de 2013

De Menorca a Londres


Aterrizamos en Gatwick, Oskar me acompaña, durante esta primera semana me ayudará con las fotografías y me acompañará en los primeros paso por la capital de Gran Bretaña. Salimos de la terminal y nos espera la bella Kay, ha cogido el día libre para venirnos a buscar. subimos a su Sirocco y cruzamos el condado de Kent a una media de 100 millas por hora, en un momento entramos en Londres, y al momento siguiente ya estammos en un Pub tomando una Lager... a partir de este momento la semana se acelera tanto como el Sirocco de mi amiga. Tan sólo una semana.
Los primeros días recorremos calles, barrios, pubs, galerias y museos, acompañados a veces por Kay, otras por Pepe y Raquel y otras los cinco juntos, más adelante ya entraremos en detalles
gratas sorpresas me ha escondido esta ciudad, como mi reencuentro con mi amigo Matt, parisino con el que compartí piso en Barcelona, o el encuentro fortuito con Barney, también presente en mi viaje a Lisboa.
Estos días he vivído inmerso en contrastes, desde dormir en Thamesmead a Holland park. Londres es una ciudad de posibilidades. Es una ciudad enorme, su extensión es masiva, fulminante, cuesta hacerse una idea,  infestada de personas en cada uno de sus rincones, siempre amables, siempre sonrientes, siempre educados y deferentes.
Desde mi llegada he contado con mucha ayuda desde varios flancos, por un lado la siempre atenta Kay, siempre me quedaría corto describiendo su amabilidad y amistad ( también su novio Paulo y su entrañable gato Max, mi amigo Max). La dulce Raquel, hermana de Oskar y abogada pro derechos humanos, y el afilado y vivaráz Pepe, su prometido y banquero de HSBC. Kenneth Draper, miembro de la ilustre Royal Academy of arts, con su infinidad de contactos que me transportaran hasta las entrañas del mundo del arte londinense, y su hijo Adam, que junto su amigo Ash, son dos auténticos Rockanrollas, prosperando desde los humildes callejones de Brixton a tocar el techo de la riqueza. Tras esta breve introducción, empieza mi vida en Londres... welcome, welcome back.





















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