viernes, 7 de diciembre de 2012

Día 27: Lx Factory y un revólver

Buenos días Lisboa

El día amanece despejado, aunque al norte negros nubarrones me recuerdan la fragilidad del tiempo aquí. Hoy es Sexta feira y quiero aprovecharlo, asi que de un salto salgo de la populosa y atigrada habitación a desayunar. Mientras termino el café me llama pablo y me cuenta que va a ir al Lx factory a su clase de yoga, el Lx es una especie de conjunto de viejas naves industriales al cobijo del puente del 25 de Abril, antes de ir hacia allí sólo sé que hay algunos talleres y bares, poco más.

Quedamos en la plaza Figueiras, desde allí cogeremos el tranvía número 15. Mientras espero a que pablo llegue me cruzo con dos policias nacionales españoles uniformados, por primera vez en mi vida me acerco a uno de ellos a preguntarle algo, la curiosidad me puede. me cuentan que están de puente entre los compatriotas en apuros y la policía lusa. La verdad, parecen ellos más turistas, fotografiándose con tranvias, esculturas y GNR. Llega Pablo.

Cogemos el ilictricu nº15 y llegamos a Alcántara, caminamos un poco y entramos dentro del recinto del Lx Factory, que quereis que os diga... brutal.

el especio es espectacular, las viejas naves ahora albergan grandes librerías, salones de estética, bar de diseño, pequeños cafes, salas de exposiciones y centenares de taller y estudios, de diseño, moda, publicidad, programación, danza, casting... Este sitio es una auténtica sorpresa. entre mesas de bares aún se mantiene la vieja maquinaria, los cuadros de luces y otros muchos ítems que nos recuerda que ese espacio, en otro tiempo, tuvo una actividad muy distinta.

Pablo entra en su clase de yoga, tengo 2 horas para deambular por el centro... no me importría nada trabajar aquí, la atmósfera es extraordinária. Me acuerdo de mi amiga Anna de La Trastienda, este sitio le entusiasmaría.

Al cabo de una hora larga decido entrar en uno de los barecitos del recinto, parece que éste antes era la caseta del guarda, ahora, pequeños objetos decoran sus paredes, detalles vintage y muebles restaurados con mucho tacto, aprovecho el rato para tomarme una imperial y escribir un rato...
Entran unos chicos y se sientan en la mesa de al lado, han pedido algo para comer, empiezan a hablar y.. ¡sopresa! lo hacen en catalán (fuck you Wert). Charlamos, me cuentan que dos de ellos están en la universidad de Bellas Artes, la tercera, Estefanía está de visita, a priori no le convence la ciudad, yo intento trasmitirle mi pasión por ésta.

Charlamos un buen rato, me parecen muy majos. Quedamos en que si la cosa se tercia, vernos mañana en el MusicBox, antes de irse les explico como llegar a el Laboratorio, creo que les gustará. Se van, desaparecen tras los cristales de la caseta del guarda.

Al rato aparece Pablo, al rato Elena, comemos juntos una sopa de legumbres y algo de mijo, un café y nos vamos del Lx. ellos vuelven en el ilictricu, yo andando, es mi trabajo.

Por el camino conozco a Antonio, propietario de una barroca chatarreria a la qual me invita a pasar para sacar unas fotos, el sitio es impresionante, pilas de hierros y chatarras se acumulan por todos lados, de un viejísimo transistor suena un suave fado, el tiempo se para, el tiempo se paró aqui hace muchos años. Adiós Antonio
Sigo el camino.Cruzo Alcantara y llego a Santos, de pura casualidad, cuando le estoy sacando una fotografía a un interfono cualquiera descubro que se la estoy haciendo a la Plataforma Revólver, tenía referencias de este sitio aunque nunca lo habia conseguido encontrar. Se trata de una asociación de arte contemporáneo, donde desde el principio me dijeron que me podrían ayudar a encontrar un atelier. La vida a veces tiene este tipo de giros.
Toco el timbre y en seguida me abren, subo al primer andar y me reciben tres personas de mediana edad, les explico mi situación y en seguida se vuelcan con mi história y empiezan a mover hilos por tal de ayudarme, dicho y hecho, en menos de 10 minutos salgo de la Plataforma revolver con una dirección, un teléfono de contacto y el nombre de uno de ellos escrito en un papel, algo así como un salvoconducto que debo presentar cuando llegue al espacio que me han dicho... Atelier Concorde.

Vuelvo al Independente, una ducha. Llamo a Pablo y me invita a una inauguración performance en Bica. Espectacular, combinación de danza y performance teñido de rubí, vino de Alentejo.

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