lunes, 10 de diciembre de 2012

Día 28 y 29: padre e hijo

Hoy mi Padre ha empezado un viaje desde Porriño hasta Lisboa, ha juntado unos días libres para venir a verme. Desde el verano pasado que no pasamos un días juntos...

Le espero en el mirador de São Pedro Alcántara, el día ha amanecido con una densa bruma que no permite ver absolutamente nada, fog. llega un taxi y de él baja mi padre aún con el susto de cómo conducen los taxistas portugueses, de verdad, es una experiencia. dejámos su maleta en el Independente y salimos a la calle, que es donde pasan las cosas.

Recorrémos las 7 colinas, nuevamente presentando mi Lx a alguien próximo, no tardo en darme cuenta de que llevo muchos días caminando y que mi cuerpo empieza a estar acostumbrado a las cuestas de la ciudad, cuál nepalí trepo las empinadas calles, escaleras, casi saltando de mirador en mirador; Santa Catarina a Graça, de Nuestra Señora del Monte a Santa Lucía, kilómetros de desniveles y suelos adoquinados de manera irregular hacen que mi padre me pida una tregua, para para comer algo. Justo estamos en Cais, asi que vamos a Rio Grande, bitoque al canto. Un café y de vuelta a hacer el flâneur.


me doy cuenta que mi mapa mental de Lisboa es ya muy completo, pocas son ls calles por las cuales no haya pasado ya alguna vez, incluso me he sorprendido explicándole al relaciones públicas del hostel, Manuel, cómo llegar a tal plataforma o a tal asociación. No todo el mundo puede invertir ocho horas diarias a recorrer una ciudad. Tengo el 99% de la ciudad desbloqueada.

Llega la noche a Lisboa, una de mis especialidades, así que desde la plaza Cãmoes bajamos a Cais, quiero enseñarle el viejo burdel, la Pensión de Amor, a mitad de cuesta nos encontramos a un grupo de 4 o 5 personajes, uno de ellos se me planta justo delante y empieza a hablarme de manera amenazante, yo, amablemente lo estampo contra la pared con un empujón, rápidamente el grupo desaparece calle arriba. Xao xao.

Hablamos de mil temas, aunque siempre despunta la situación de España, país de corruptos, donde la premisividad que en éste país, Portugal, va dirigida hacia actividades del pueblo, allí en España, la encontramos en la clase política y allegados, siento vergüenza, oigo como un gobierno es capaz de incumplir todas sus promesas electorales, donde el fraude fiscal está a la orden del día y los políticos lanzan órdago, del cual se alimenta la comidilla popular. Me cuenta la delicada situación de Iberia, la empresa donde trabaja, y de cómo la codicia de unos pocos puede acabar con el empleo de miles de personas, ¿para cuando una revolución?

Hablando y andando acabamos en las Vizinhas, el bar donde conocí a Monsieur Trinite, viejo anarquista, recuerdo cuando me contó que compro un revolver en marsella. Tomamos dos ginjas, y dos más, el elevador de Bica sube y baja. Es Sábado y la noche se empieza a animar.

Es Feira, festivo, llegamos a Barrio Alto, atestado de gente, son las 2 de la mañana y tiendas de ropa,peluqueros y otras tiendecitas siguen abiertas al lado de clubs y bares. Llegamos al Independente.

En la zona común conocemos a Lena, una analítica de arte de Colonia, que domina el nuestro dioma a la perfección, charlamos un rato con ella y nos vamos a dormir... voces desde la calle nos recuerdan que las cosas pasan fuera.

Día 29:

Hoy quiero que mi padre conozca el Lx Factory, además, siendo domingo, nos encontraremos con un pequeño rastro. Cuando nos levantamos empiezo a ver desfilar las caras resacosas de Patricia, Rosa y Aurelie, la palma se la lleva el pobre Barney, más bien dicho se la llevó anoche, y puesta, alguien le sacudió un buen puñetazo y ha amanecido con el ojo totalmente morado, pobre.

Desayunamos con Lena, le explicamos nuestros planes y nos pregunta si nos puede acompañar. Por supuesto.

Salimos del Independente para coger el electrico 15, al llegar a Cais nos encontramos que hoy no funciona ya que por su recorrido discurre la maratón lusa de natal, asi que decdimos subir al comboio dirección Cascais. Entre charla y charla llegamos, a las puertas del Lx nos encontramos con un after de los más turbio, que alegría no estar alli. Al entrar en el complejo el olor a castaña asada lo inunda todo, les hago un pequeño recorrido por las naves, el mismo que días atrás Pablo me hizo a mi...
...la vuelta, la misma; Alcántara, Estrela, Santos, Barrio Alto. El resto de la tarde noche lo pasamos hablando e investigando por la red posibles soluciones para el atelier.

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