jueves, 22 de noviembre de 2012

Día 12: al otro lado del río

Ayer, después de cenar con Pablo y Ugutz me quedé charlando con Nico, el Edward Norton argentino, me contó su largo viaje por medio mundo con su mujer, Pau, increíble. Le invito a conocer Menorca, seguro que les encanta.
Hoy al levantarme, Vanessa, una chica que trabaja en El Decadente, me ha servido el desayuno. Me ha explicado que los fines de semana es dj y me ha invitado a ir a su próxima sesión.
Salgo a la calle a hacer un poco el flâneur, cuando me llega un mensaje de Dafne invitándome a visitar un palacio abandonado al otro lado del Tajo, va a ir a hacer un trabajo con un compañero y cree que me puede interesar, dice que es precioso.
De camino me paro en un precioso quiosco en un parque de Alfama... Sólo falta Amelie revoloteando y unas cuantas mariposas, no, de verdad, se esta genial...

Me encuentro con Dafne y Joana en Areeiros, subimos al tren con dirección al otro lado del río, cruzamos el gigantesco puente... Tan bonito como aterrador, que vértigo. Durante el camino me van explicando las diferencias entre Lisboa y el Margem Sul, me cuentan que es mucho más tranquilo. Llegamos al cabo de 1/2 hora, queda poca luz y aún nos quedan unos 20 minutos en coche hasta llegar al Palacio de Lixo (lixo quiere decir basura, y hace referencia al cómo el propietario del exuberante palacio hizo fortuna)...
Pasado ese rato, mirando por la ventanilla veo una gigantesca casa, con un torreón dominante, a sus pies algo así como una colonia industrial y unas grandes naves, tal vez están a un par de kilómetros de por donde discurre la carretera... Especulo...
-¿es eso de allí?
-¡si!
Al oír eso me pongo hasta nervioso, ellas tampoco han ido nunca, esta visita se debe a que desde su colegio les han pedido que hagan un proyecto a partir de un lugar abandonado.
Llegamos y aparcamos en la colonia industrial, parece difícil entrar y el sol ya ha desaparecido por completo. Conseguimos saltar el muro. La visión es impresionante, creo que las imágenes pueden resultar descriptivas pero en este caso seguro que se quedan cortas.
Volvemos a Coina y quedamos en volver el sábado con algo más de luz .
Me acompañan al tren y de vuelta al Independente, un día más, un día menos...

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