martes, 27 de noviembre de 2012

Día 17: Ladra y un ático en Moreria

Buenos días Lisboa. Hoy he quedado con Pablo para ver la Feira da Ladra, una especie de enjambre de pequeños puestos especializados en... como decirlo... Cosa. Casi cualquier cosa se vende y se compra en Ladra, desafiando incluso a la propia imaginación ( dan fe de ello algunas de las imágenes). La comitiva ya empieza a ser familiar; Pablo, Martina y yo.

Toda la ciudad esta inundada de luz, un suave olor de castañas recorre el aire, son los viejos castañeros. Como bien dice Pablo; las personas de la calle tienen la misma pátina que la propia urbe, capas sobre capas, harapos que construyen con el tiempo, remiendos imposibles.

Llegamos los tres a Ladra, en el corazón de Alfama. Nos pasamos horas perdiéndonos y reencontrándonos, entre chiringuitos, puestos y mantas, tesoros en cada esquina, auténticas reliquias. Todo acompañado de un suave fado que sale de cada transistor, griterío.
Mediodía. Cierra la feria. El sábado volveré. Me espera una pequeña cruz de plata.

Callejeamos, hacemos un rato el flâneur, Lisboa es espectacular, cada rincón te cuenta una historia. Pablo nos propone ir a comer a su casa. Perfecto.
De camino, paseando por la orilla del Tajo, encontramos a un cordobés, de nombre Miguel, que trabaja de gorrilla en una pequeña plazoleta, ésta está totalmente organizada a modo nipón , no entra ni un coche más, nos cuenta que lleva trabajando de eso mucho tiempo, ha recorrido varios países. Nos enseña su faceta más escultórica, en la fotografía veréis lo orgullos que posa al lado de su obra de mármol.

Seguimos.

En plaza Figueira compramos algo de verdura y unas cervezas, cruzamos la delicada Moreria y llegamos al ático de Pablo.
Una escalera retorcida y oscura nos da la bienvenida, y tras subir unos cinco pisos entramos en el pequeño apartamento, cuco, con unas vistas sobre la ciudad dignas de cualquier mirador. Las claraboyas empiezan a espetar, llueve de nuevo en Lisboa, a la vez que el día da paso a la noche.

Tomamos un te y decidimos ir a ver a Lino al estudio de pintura. Al llegar estaba cerrado, había vuelto por unos días a Angola por un proyecto de arte.

De vuelta al hostel por la imponente avenida Liberdade, me da tiempo a reflexionar.
Un gran día el de hoy

2 comentarios:

  1. Juas! Brutales las fotos Pol!!!!!!!!! :))))

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  2. K grande eres pol son buenísimas las historias y las fotos ni te digo sigue asi campeon

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