miércoles, 14 de noviembre de 2012

Día 4

Tras despertar nuevamente en Santa Pola, 14N- huelga general-, nos ponemos en ruta montados en fiero, el Volkswagen golf de ella, cruzamos Alicante con rumbo a Aigües de Bussot. Allí nos han hablado de un imponente Preventorio que hizo las veces de hotel/balneario a principio de siglo, este lugar es conocido por innumerables fenómenos paranormales. Después de innumerables curvas, subidas y montañas, detrás de una loma, aparece el viejo monstruo... La sensación; la de encontrarse con el hotel Overlock de El Resplandor. Nuestra visita ha estado acompañada en todo momento por un joven de Ibi que nos hemos encontrado en la entrada, temeroso de adentrarse a solas en aquellas enormes dependencias y en búsqueda de 'lo paranormal'. Después de media hora y de constatar que lo más paranormal del lugar era nuestro espontáneo acompañante hemos seguido nuestra ruta por el interior de Alicante -altamente recomendable, sorprendente y abrumador- ... Carreteras enroscadas como serpientes, endiabladas curvas, frondosos bosques de pino blanco y gigantes de roca como Bernia o la sierra de Aitana. Finalmente hemos llegado a Torre de les Maçanes, hogar de nuestra vieja amiga Esther, compañera de estudios y aventuras en mi etapa de estudios en Altea. Desde el balcón de su casa, a 1000 metros del nivel del mar, casi podía acariciar las nubes, de manera literal.
Después de comer, y de forjar una amistad profunda con Manetes, la perrita de Esther, nos ha propuesto continuar con nuestras visitas a lugares empapados de 'misterio' y nos ha acompañado a un Sanatorio de tuberculosos abandonado no muy lejos de su pueblo, loma arriba. Seguimos con las intestinales carreteras, nos adentramos en las nubes, convertidas en una densa niebla y después de una decena de curvas llegamos a un pequeño desvío de la carretera. Salimos del coche y entramos en Silent Hill, impresionante, aterrador. Las imágenes creo que son lo suficientemente descriptivas.
Tras dejar a nuestra compañera decidimos continuar la ruta de camino a Benassau, hogar de mi gran amigo Juanlu, compañero de piso y aventuras, y más aventuras durante mucho tiempo ( recuerdo el día que fortuitamente me encontré con él en Vilnius, capital de Lituania). Que maravillosos son los reencuentros, cuando estos no parecen tales sino que te da la sensación de haber estado el día anterior con esa persona. Curvas, curvas y más curvas y de nuevo Alicante... Informémonos de lo acontecido en las manifestaciones y a dormir.

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